Decoración basada en el estilo Chelsea londinense que abarca de las decadas 1950 a 1970. Tomando como principio el riesgo de utilizar colores y texturas atrevidos pero con ambiente relajado y chic, dentro del contexto bohemio actual de la colonia Roma en uno de sus edificios más representativos de corte Frances.
Quiero comenzar afirmando que:
Toda propuesta de interiorismo debe ser una solución sagaz a los planteamientos de gustos, necesidades, espacios, medio ambiente y presupuesto de nuestros clientes.
Construimos espacios cargados de emotividad que deben plantearnos todo un reto interpretativo, pues los casos de éxito, se construyen alrededor de preguntas correctas.
Es así que al iniciar un nuevo proyecto de interiorismo, procuro hacerme preguntas de todo tipo, que me permitan estructurar una solución creativa y expandir, no sólo los intereses de mis clientes, sino también mis investigaciones sobre el diseño de interiores como un espacio de reflexión estética.
Quiero compartir con ustedes la propuesta de interiorismo que realicé hace poco para transportar el espíritu renovador del Chelsea londinense, al corazón de la Colonia Roma en uno de sus edificios más representativos: el Balmori. Construimos espacios cargados de emotividad que deben plantearnos todo un reto interpretativo, pues los casos de éxito, se construyen alrededor de preguntas correctas.
Es así que al iniciar un nuevo proyecto de interiorismo, procuro hacerme preguntas de todo tipo, que me permitan estructurar una solución creativa y expandir, no sólo los intereses de mis clientes, sino también mis investigaciones sobre el diseño de interiores como un espacio de reflexión estética.
I’d like to start out by saying that any proposal by interior designers needs to respond directly and intelligently to our clients’ tastes, needs, spaces, surroundings and budget.
We create emotionally-charged spaces that must challenge us to interpret them, because to be successful you need to ask the right questions.
So when I start a new interior design project, I try to ask all kinds of question so I can come up with a creative solution and build on the concept, based on my clients’ interests, using my interior design research as a space for aesthetic reflection.
Me interesa mostrarles cómo pueden cruzarse, en el fértil campo del diseño de interiores, un edificio histórico de corte francés, un propietario arriesgado con instinto estético que ha sido capaz de dejarse guiar por su interiorista, y un lugar que desde la década de los 50 se convirtió en el barrio de la moda y punto de referencia artística del mundo entero; me refiero a Chelsea.
Today I’m going to share with you one of my recent interior design projects that transposes the refreshing spirit of London’s Chelsea neighborhood to the heart of the Colonia Roma, within one of its most emblematic landmarks, the Balmori building.
I’m keen to show you how creative interior design can combine a French-style historic building, an owner with a daring aesthetical sense who was willing to consider an interior designer’s concepts – with an internationally renowned area that became synonymous with fashion and art in the 1950s: Chelsea.
Mis preguntas han sido las siguientes:
1. ¿Cómo puede vivirse a plenitud la experiencia estética dentro de un hogar?,
2. ¿Es posible afinar el estilo personal del cliente, interpretando sus inquietudes acerca de los espacios que determinarán buena parte de su vida, incluyendo su carácter y personalidad?
3. Y finalmente ¿los espacios que diseño, serán capaces de evolucionar a la par del usuario?
Las respuestas que encontré en este proceso fueron:
1. Que sí se puede recuperar el pasado ciñéndose a espacios determinados, pero actualizándolos a través de un arriesgado estilo personal, aderezado con algo de historia y buen humor.
2. Que la consolidación de dicho estilo, puede establecerse a partir de texturas, contornos, formas, contrastes, volúmenes, materiales y colores que permitieron al cliente seguir jugando en su propia interpretación conforme ha habitando su hogar.
3. Y finalmente, que trabajar a la par con el cliente, nos ayudó a conformar una experiencia de interiorismo original que surgió del instinto creativo para evolucionar de manera exuberante. Nos plantemos pues el reto de crear una obra de arte habitable en un edificio de por sí artístico, al ensamblar una profusa mezcla de elegancia bohemia y rebuscado estilo inglés.
I needed to ask the following questions to blend these elements together:
1. How can you combine a full range of aesthetical considerations within a home environment?
2. Can you fine tune a client’s personal style, interpreting their ideas about the spaces which will define a large part of their lives, their character and personality?
3. And finally, will the spaces that I design be able to develop in step with the client?
I came up with the following answers during this process:
1. That you can bring back the past by limiting yourself to specific spaces but at the same time as infusing a fresh breath of life with a daring personal style, a historical perspective and a lightness of touch.
2. That this style can be clearly defined by using textures, contours, shapes, contrasts, volumes, materials and colors that allow the client to continue playing with his own interpretation as he settles into his home.
3. And finally, by working side-by-side with the client we could devise an original interior design, that began with a creative spark and then flourished. We set ourselves the challenge of creating a livable work of art in an already-artistic building, combining a heady mixture of bohemian elegance and a recherché, English style.
¿Por qué estilo inglés y no parisino haciendo eco de la estructura arquitectónica?,
bueno, pues porque la Ciudad de México tiene más de estilo inglés de lo que nos hemos dado cuenta.
Haciendo un rápido recuento, ambas ciudades se erigieron hace siglos como puntos estratégicos para desarrollar el comercio, básicamente, por su ubicación cercana al agua.
Why did you choose an English style rather than a Parisian one, to reflect the architectural style?
well, because there is more English style in Mexico City than might first meet the eye.
Quickly summing up, both cities were built many centuries ago and both were located strategically near water to develop trade.
Londres, resultó ser un lugar excelente para propagar el Imperio Romano, por lo que Julio César se dio a la tarea de conquistar, allá por el año 55 antes de Cristo, una pequeña villa celta, a la que se llegaba por río: el Támesis. La usurparon, gracias a la construcción de un muy bien logrado puente.
Éste, por cierto, ha sido un destacado ícono que hasta la fecha forma parte indisoluble de la ciudad .
Claro que no es el mismo de aquellas épocas, pero el concepto permanece. Su nombre Londinium, algo así como “fuerte del lago” en bretón latinizado, sintetiza perfectamente su objetivo.
London was a prime location from which the Romans could further expand their empire. So in around 55 BC Julius Caesar set about conquering a small Celtic village that was accessible by river: the Thames. They captured it thanks to the construction of a very successful bridge.
A bridge that has remained as one of the city’s landmarks to this day.
Of course, it has changed a lot since those days, but the same concept remains. in Latinate Breton, “Londinium” roughly translates as “lake-side fort”, which perfectly sums up its purpose.
Tenochtitlán la “ciudad isla”, aunque fundada hasta el año de 1325 por los mexicas, heredó el benefició
Este pueblo nómada y guerrero que creó una ciudad bulliciosa gracias a la visión de un águila devorando una serpiente, y a partir de canoas sobre puentes y represas, hicieron llegar productos de las más apartadas regiones para venderse en el tianguis. Al igual que los romanos, los mexicas supieron sacar partido de estrategias militares y crear un imperio que llegaría a controlar gran parte del territorio de Mesoamérica.
Después de su fundación ambas ciudades fueron conquistadas, a Londres, la asediaron los normandos y luego en definitiva los sajones, a Tenochtitlán la tomaron los españoles. Y en los procesos críticos de lucha, enfermedad y muerte, también hubo en ormes influencias culturales que se han fusionado al paso de la historia, y que hoy continúan interviniendo la vida de estas urbes.
Although Tenochtitlán, “the island city”, was only officially founded in 1325 by the Mexica, its history dates back over two thousand years of Mesoamerican history to when the region was ruled from Teotihuacán, a city that became the world’s most populous city at its peak with around one hundred thousand inhabitants.
This nomadic and war-like tribe created a bustling city thanks to the vision of an eagle eating a snake, and with canoes, bridges and dams, they could bring products from far-flung corners of the region to sell at the tianguis market. The Mexica, like the Romans, knew how to take advantage of military strategy to create an empire and soon controlled a large swathe of Mesoamerica.
El proceso de siglos de ensamblaje cultural en Londres, puede apreciarse en un trazo irregular y caótico (nunca existió una visión urbanística al estilo de París o Roma, la ciudad de México sí la tuvo durante la Colonia, pero luego la perdió), la consecuencia no necesariamente negativa, es que la ciudad de Londres fue desarrollándose de forma orgánica, marcada también por el crecimiento inmobiliario asimétrico, según los altibajos de la economía.
Una historia paralela a la vivida en el Valle de México si tomamos por ejemplo a los victorianos, que al más puro estilo español arrasaron sin miramiento viejas iglesias y edificios que no entraban para nada en su estética puritana y ultraconservadora.
Hoy la ciudad es una mescla de estilos arquitectónicos que se superponen desalentando a muchos pero animando a otros a buscar una oportunidad para la imaginación. Por cierto, dicho efecto no se encuentra muy alejado de la variada arquitectura que puede apreciarse en nuestro Centro Histórico.
Ahora imaginen el carácter espectacular que durante décadas se ha ensayado en la capital mexicana creando nuevas colonias apegadas más al momento arquitectónico de su edificación (pensemos en Santa Fe), que a la necesidad de integrar urbanísticamente a esta interminablemente mancha urbana, la séptima ciudad más rica del mundo después de metrópolis como el mismo Londres, Nueva York o Paris.
Eso en lo tocante a las ciudades, pero ¿qué hay de sus habitantes? Cualquiera, a primera vista, podría argumentarme que poco tenemos que ver los mexicanos explosivos, dicharacheros, algo impuntuales y bastante surrealistas, con los flemáticos ingleses puntuales por definición, orgullosos de su tipo de gobierno. Y de religión e idioma, distintos al nuestro.
After their foundation, both cities were later conquered. London was besieged by the Normans and ultimately by the Saxons. Tenochtitlán was captured by the Spanish. Critical moments of civil strife, illness and death were often accompanied by strong cultural influences that have blended together over the course of history and which still are a large part of life in these cities.
In London, unlike Paris or Rome for example, the century-long process of cultural mixing can be seen in its irregular and chaotic town layout. (An urban vision did exist for Mexico City during the colonial period, but was subsequently abandoned). The results are not necessarily negative; London developed organically, with buildings that grew asymmetrically depending on the economy’s ups and downs.
A parallel can be drawn between the Victorians and the Spanish colonists in the Valley of Mexico, neither of whom had any hesitation in tearing down old churches or buildings that did not fit their puritan and highly conservative aesthetical sense.
Today the city is a mix of overlapping architectural styles. While this hotchpotch is offensive to some, it inspires the imagination of others. This effect is not dissimilar to the varied architectural styles in Mexico City’s Centro Historico.
So you can imagine how the capital of Mexico has developed into something quite spectacular, with its new neighborhoods or colonias that pay heed more to architectural trends (think about Santa Fe) than the need to somehow integrate this forever-expanding urban sprawl in this, the seventh wealthiest city in the world after metropoli like London, New York or Paris. Mi punto de vista es que si hacemos demasiado caso a las diferencias nunca lograremos ver la textura de las similitudes aunque se encuentren justo frente a nosotros. Negamos así, la oportunidad de refrescar el espíritu desde lo insólito.
Ya sea que trabaje en mis diseños de mobiliario o en mis decoraciones suelo prestar oídos atentos a esos pequeños detalles, a ese espacio en blanco, a ese vacío lleno de ideas en la plenitud de sus contrastes.
Por eso alcanzo a notar que aquí como allá, la arquitectura de sus barrios devela mucho de las personas que los viven.
Podemos reconocer a los distintos capitalinos o londinenses a partir su colonia. Allá, por ejemplo tienen a Islington, elegantísimo barrio con casas del más puro estilo Georgiano, aquí tenemos Las Lomas, sofisticada colonia de casas que abarcan desde el estilo californiano desarrollado en la década de los 20, hasta los varios creadores de la Nueva Arquitectura Mex icana.
Y al igual que en Londres donde las constantes oscilaciones de la moda crean nuevas tribus urbanas, aquí también nuestras colonias presentan transformaciones importantes. Por ejemplo allá Notting Hill se ha quedado con el título de barrio bohemio que hace años ostentó Chelsea, hoy el lugar de la moda y la sofisticación.
El equivalente nacional es La Condesa, nuevo lugar de encuentro bohemio que sustituye a la que fuera la elegantísima Zona Rosa hoy en franca decadencia.
After this overview of these two cities, what about their inhabitants? At first glance, you wouldn’t link the two. Mexicans can be impetuous, talkative, somewhat unpunctual and a little surreal at times, while the phlegmatic English are famously punctual, proud of their system of government, religion and language – all so different to ours.
Although I think that if we always look for differences we’ll be blind to the similarities even if they are there right in front of us. This means we are closing the door to unexpected ways of refreshing the spirit.
Whether I’m designing furniture or doing an interior design project, I always focus on the smallest of details, on that blank and empty space so full of ideas, in the full richness of its contrasts.
This is how I noticed that the architecture of these two neighborhoods reveal a lot about their inhabitants.
We can recognize the different inhabitants of Mexico City and London from their colonias or neighborhoods. For example, London has the elegant boroughs such as Islington with its Georgian-style houses: in Mexico City we have Las Lomas, an area with a sophisticated array of houses that showcase styles ranging from “Colonial Californian” developed in 1920s to buildings created by exponents of the New Mexican Architectural movement.
As in London, where constant shifts in fashion create new urban tribes, our neighborhoods also show major changes. Notting Hill, for example, has inherited from Chelsea the distinction of being the bohemian part of town, now known for its fashion and sophistication.
In Mexico, La Condesa is the new center of bohemia, replacing the once-elegant Zona Rosa which is now in decline.
Pero ambas ciudades siguen su transformación orgánica reinventándose según las necesidades de sus habitantes, de ahí que los barrios populares de Jocxton y Shordich se han convertido en el incipiente Notting Hill. Aquí la distinguida Colonia Roma venida muy a menos durante la segunda mitad del siglo XX, está experimentando su renacimiento gracias a un similar espíritu renovado.
Artistas de todas las disciplinas, así como mexicanos y extranjeros cosmopolitas, están haciendo suya esta zona que en sus inicios quería emular a París y ahora es multicultural. Estas personas de estilo más arriesgado y contemporáneo están recuperando la esencia del barrio gracias a las muchas actividades que realizan en él, desde el trabajo hasta la visita al mercado o el café.
Lo que sí es una pena es que no hayamos hecho de la Avenida Álvaro Obregón nuestro Kings Road la calle más importante de Chelsea, el barrio bohemio que creó un juvenil y refrescante concepto de vida (ahí nació la minifalda y vieron la luz los Rolling Stones) y que supo migrar no sólo a otros barrios londinenses, sino a otros países como el Chelsea neoyorkino o la propia Zona Rosa en su momento.
But both cities continue their organic metamorphosis, reinventing themselves according to their inhabitants’ needs. So, lower class areas such as Hoxton and Shoreditch have become the new Notting Hill. The same process is at work in the Colonia Roma, a neighborhood that saw its charms fade during the second half of the twentieth century but which is now enjoying a revival with a similar spirit of renovation.
Artists of all kinds, Mexican and cosmopolitan foreigners alike, are moving into this area that was originally modeled on a Parisian urban style and which is now multicultural. New arrivals have employed a more daring and contemporary style - recovering the essence of the colonia, as a place to work, visit a market or enjoy a coffee.
It’s a pity though that we have not turned Avenida Alvaro Obregon into our very own King’s Road, the main shopping street of Chelsea. This avant-garde neighborhood created a youthful and refreshing lifestyle (home of the miniskirt and the Rolling Stones) that not only spread to other parts of London but also to other countries like New York’s Chelsea and Mexico City’s Zona Rosa in its heyday.
Estos son mis apuntes sobre textura y algo de contornos, formas y contraste. Y es que para lograr estos mismos resultados en los objetos, me sirvo de aquello que llama mi atención, encontrando relaciones más provechosas, como las que acabo de mencionar.
These were my notes on the texture and contours, shapes and contrast. And I focus on what grabs my attention in order to achieve these same results with objects, seeking relationships that work best, as I just mentioned.
La primera vez que llegó mi cliente un joven cosmopolita para decorarle su nueva casa en La Roma; lo que “jaló mi ojo”, fue la importancia que para él tenía pintar las paredes de su próxima sala en color negro y su interés por el papel tapiz, pero afirmando que se sentía muy allegado al estilo neoyorkino de diseño.
Nunca nadie para mi gusto, ha pintado muros con tan exuberante elegancia en color negro, verde botella e incluso bermellón, que los ingleses y bueno, el papel tapiz es por definición británico. En nuestras pláticas comprendí que su historia familiar se desplegaba a través de ciertos objetos entrañables y que llevaría consigo a su nuevo hogar pero al mismo tiempo, era un hombre arriesgado y sofisticado. Una combinación que a mí me pareció una excelente arcilla con la cual moldear una obra de arte.
Él no buscaba un estilo ecléctico donde sumar objetos que le provocaran sentimientos de nostalgia, él buscaba un estilo definido, contemporáneo y que no olvidara su historia a partir de texturas, volúmenes y materiales.
Se me ocurrió que la fuente en la cual refrescaríamos nuestras ideas, sería de aquel Chelsea de la década de los sesenta innovador y contestatario contra el establishment.
Pero lo actualizaríamos con una reconciliación histórica, pues no sólo pretendíamos honrar su propia historia familiar sino honrar la historia de salvación del Balmori y de la propia Colonia Roma. Un granito de arena para contribuir en la re-construcción de lo estético.
Buscamos retornarle texturas, colores, formas, contrastes y contornos originales a esta construcción en la privada que forma parte del edificio concebido por el arquitecto Ignacio Capetillo y Servín, realizado en 1922 en las calles de Orizaba y Avenida Álvaro Obregón. Una casa más bien angosta, pero con amplias posibilidades de convivencia a la que le habían ocultado todo rastro de antigüedad.
Un dato importante es que las casas y departamentos del Balmori son en renta por lo que no es posible modificar sus espacios más que a partir del interiorismo.
Hablamos de cuatro pisos afrancesados que a manera de pequeño edificio separa orgánicamente las distintas actividades del recinto, creando atmósferas y espacios suficientes para sus usuarios.
When my client – a young, cosmopolitan gentleman – asked me to decorate his new house in La Roma, I was curious about his strong wish for his future living room walls to be painted black and his interest in wallpaper - while he also made it clear that he felt a strong affinity for the style of New York interior decoration.
The stylish elegance with which the English paint walls in black, bottle-green and even vermillion has always stood out in my mind. Wallpaper is an English tradition par excellence. During our conversations I began to understand that he held special attachments for certain personal objects that form a part of his family history and that he would bring these to his new home. Yet at the same time he was a sophisticated man prepared to take risks. This combination struck me as an excellent raw material with which to create a piece of art.
He wasn’t trying to create an eclectic style by stacking up objects to give him feelings of nostalgia. Instead he wanted a particular, contemporary style without forgetting his history – recreated with textures, volumes and materials.
It occurred to me that 1960s Chelsea would be a rich source of inspiration for us, for its innovative and anti-establishment style.
But we wanted to bring it up to date and reconcile it with its origins; not only our of respect for his own family history but also the Balmori building and the Colonia Roma itself, in a small contribution toward reviving the area’s aesthetic qualities.
We were seeking to return the original textures, shapes, contrasts and contours to the building in the privada (a construction built around a central courtyard) that forms a part of the building by architect Ignacio Capetillo y Servín, and built in 1922 on Orizaba with Avenida Alvaro Obregon. It is a rather narrow house with historical features totally hidden, yet retaining a wide-range of possibilities as somewhere in which to live.
Given that the Balmori houses and apartments are rented out, they cannot be altered except in their interior decoration.
We were looking at four French-style apartments which, as in a small building, organically separates the various interior spaces, creating enough different environments and spaces for its inhabitants.
Hay que decir que la escalera es la columna vertebral de la casa; una especie de hilo de Ariadna por el cual se accede hacia todos sus rincones.
La escalera es entonces el magnífico recibidor que nos guía hacia el sótano transformado en estudio, hacia arriba para llegar a la estancia con espacios bien definidos como sala, comedor, cocina y baño de visitas. Por sus peldaños se accede a los pisos superiores como la habitación principal, el vestidor y sala de lectura. Desde ahí se llega al último piso con una terraza pensada para compartir con los amigos más cercanos.
Primero revitalizamos las formas y materiales ya existentes. Comenzamos con la bellísima escalera que había sido neutralizada para cumplir sólo una función utilitaria, debido al tono blanco que la fundía con la pared.
Se limpió el hierro forjado de la primera sección y las bien trabajadas caobas de la segunda.
La combinación de materiales incluidas las paredes, me ayudó a pensar en un ambiente a partir de luz, color y formas que dieran la impresión de introducir al visitante a una pintura abstracta. Aproveché entonses los efectos de luces y sombras naturales, laqueando en tono uva el muro superior izquierdo. Para darle uniformidad y brillantez.
El juego tonal se logra con el domo, que permite durante el día, reflejos que cambian según la hora, y por la noche, con luz artificial cónica y direccionada.
Del espíritu Chelsea retomamos los riesgos de combinar una gama tonal saturada sólo con matices primarios y secundarios, porque queríamos lograr mayor expresividad y emoción.
The staircase, the building’s spinal column, is a type of Ariadne’s Thread which provides access to every corner of the building.
The staircase therefore provides a magnificent reception and takes us to the basement-cum-studio, upwards to the living area with well-defined spaces such as the sitting room, dining room, kitchen and visitor’s bathroom. Its steps continue up to the upper floors with the master bedroom, dressing room and reading room. From there it takes us up to the top floor with a terrace designed to be shared with close friends.
First of all we revived the existing shapes and materials. We began with the beautiful staircase that had been neutralized to provide a strictly utilitarian function with its white finish that blended into the wall.
We cleaned the wrought iron and the finely-worked mahogany – in the first and second sections respectively.
The combination of materials, including the walls, helped me think of an atmosphere based on light, color and shapes to give the impression of introducing the visitor into an abstract painting. Then I used the lighting effects and natural shadows, painting the upper left-hand wall with a grape-colored varnish. The idea was to give it regularity and shine.
I managed to play around with different tones with the skylight which meant that reflections changed throughout the day and at night, with conical and spot artificial lighting.
Taking our cue from Chelsea, we took the risk of combining a saturated TONAL range, only using primary and secondary shades of color, because we were aiming to heighten the expressiveness and emotion.
La sala, una habitación relativamente pequeña, de unos veinte metros cuadrados, debía ser pintada al menos con un muro en negro, según requerimientos del cliente.
Quería delimitar un ambiente relajado pero chic, como en Chelsea. Resaltando patrones de figura/fondo que propiciaran energía y elegancia. Sólo el negro en contraste con blanco hace ese efecto.
Pero el espíritu divertido de este Londres arriesgado, lo proporcionaron los ligeros toques de color brillante.
La profundidad atmosférica la lograríamos con la pared de la ventana pintada en negro para evocar un efecto á contraluz. Se equilibró dicho resultado aplicando al muro siguiente un papel tapiz con motivo moaré, imprimiéndole así dinamismo a la composición.
Los apuntes refrescantes de color son: una mesita de cerámica amarilla, las cortinas de terciopelo morado y detalles plateados. Los toques finales de exuberancia fueron el candil de Murano negro al que se le forró la cadena con terciopelo y un cojín para el sofá, utilizando el encaje de un antiguo vestido de la abuela de mi cliente.
For example, at least one wall of the relatively small living room measuring about twenty square meters, needed to be painted black, according to the client’s instructions.
He wanted to define a relaxed but chic atmosphere, like in Chelsea; to highlight patterns of shapes and backgrounds to add a feeling of energy and elegance. Only black, contrasted with white, can give this effect. But we conjured up the fun-loving spirit of this risky side of London with light touches of glossy color.
The would create a feeling of atmospherical depth by painting the window wall in black, to create a counter-lighting effect. We then balanced this out by applying the adjoining wall with a moaré patterned wall paper, giving a dynamic feeling to the composition.
The refreshing splashes of color were provided by a small table of yellow ceramic, the purple velvet curtains and silvery details. A black Murano glass chandeliers (hanging) gave the final exuberant touch, with its chain upholstered in velvet and a sofa cushion made out of lace from an old dress of my client’s grandmother.
El comedor también un espacio pequeño, debía armonizar el dramatismo de la sala, pasando a un ambiente igualmente elegante, pero menos pesado a la vista. Los tonos contrastantes igualmente saturados fueron plata y verde olivo. Se utilizó papel tapiz de motivos diáfanos en oposición al moaré de la sala éstos en tonos plata, ocre y olivo. El riesgo lo tomamos en la pared de la ventana utilizando laca plateada y unas larguísimas cortinas de terciopelo en verde seco para el contraste.
El toque divertido fue la lámpara que mi cliente compró ex profeso, en Nueva York. Y el acen to de color se basa en los distintos objetos que se quieran colocar sobre la mesa.
The dining room is also a small space. It needed to work with the dramatic effect of the living room, just as elegant but with a lighter effect. We used contrasting tones of silver and olive green, just as saturated. A wallpaper with diaphanous designs contrasted to the moaré in the living room, the latter in silver, ochre and olive-green tones. We took the risk in the wall with the window, using silver-colored varnish and long velvet curtains in a dry green to set off the contrast.
We added a light-hearted touch with the custom-made lamp bought by my client in New York. And the various objects to be placed on the table would add the splash of color.
El baño de visitas era una visión escalofriante, similar a la del metro neoyorkino en plenos ochenta. Los tonos base eran en rojo y gris metálico aplicados en paredes así como en el mobiliario y lavamanos. Habían disimulado todo trazo original para imponer este frío estilo industrial con muchos espejos como detalle.
Retiramos el ángulo de espejos que había sobre el plateadisimo lavabo. Se limpiaron los mosaicos pintados de rojo y se dejaron en su color original: negro.
Con esa base, trabajamos el contraste dramático creando un rompimiento de líneas con mobiliario estilo romano, de amplio lavabo y pedestal en forma de columna, manerales de época y rematando con dos piezas que serían el eje de la teatralidad: un espejo veneciano y un candil de la década del treinta.
Trabajamos la pared principal en tono negro para resaltar al máximo las piezas claras del lavabo y el espejo. La pared negra sólo se trabajó con 2 de los 4 metros de altura para no oscurecer demasiado el espacio.
Para la cocina jugamos un poco más con los estilos. Creamos cierta idea industrial utilizando gabinetes metálicos que rescaté de una antigua casa.
Matizamos el ambiente con la calidez del estilo provenzal a partir del color rosado de los mosaicos y mi cliente escogió una tela Tual francesa blanca con mot ivos pastorales que crearon una cocina más acogedora.
Lo complicado, fue el reducido espacio y el mobiliario que debíamos colocar, como es el caso del mueble de trabajo, que en realidad es una pieza de consultorio médico de la década de los 50. Darle el aspecto de cocina industrial, requería remplazar su cubierta con aluminio anodizado.
The visitor’s bathroom was something to behold. Something like a New York metro station’s toilet in the mid-eighties. The base color as red and metallic grey, painted on walls as well as the washbasin and furniture. All the original elements had been hidden, giving a cold industrial feel with several mirrors providing the finishing touch.
We removed the L-shaped mirror over the highly silver-coated washbasin. The red mosaic tiles were cleaned to leave their original color: black.
From there, we worked on the dramatic contrast, breaking the lines with Roman-style furniture, a generous-sized washbasin and pedestal shaped like a column, period taps and completing the effect with two main dramatic features: a Venetian mirror and a 1930s lamp.
We painted the main wall in black to add maximum highlight to the two light-colored elements, the washbasin and the mirror. But we only painted half-way up the 4-meter wall, to avoid darkening the space too much.
Para la cocina jugamos un poco más con los estilos. Creamos cierta idea industrial, utilizando gabinetes metálicos, que rescaté de una antigua casa.
Matizamos el ambiente con la calidez del estilo provenzal, a partir del color rosado de los mosaicos y mi cliente escogió una tela Tual francesa blanca, con motivos pastorales que crearon una cocina más acogedora.
Contribuyeron también el set de las lámparas en forma de campana fabricadas en vidrio y metal.
In the kitchen we played around with styles a little more. We gave it a slightly industrial feel, using metallic cabinets that I had rescued from an old house.
We balanced this with the warmth of a Provencal pink-colored tiles and my client chose a white French Tual cloth , with pastoral designs to create a more cosy kitchen.
Our work was complicated by the small size and the furniture we needed to install: specifically the worktable which was a piece of furniture from a 1950s doctor’s office. Giving it the appearance of an industrial kitchen meant replacing the table top with anodized aluminum.
A set of bell-shaped lamps made of glass and metal added another dimension to the design.
My client was actively involved in the process, showing his interest by finding cloths, lamps, candle-holders, and other decorative touches during his trips.
La sala en forma de ¨L¨ con mesitas integradas de caoba es de la década de los 60, la tapizamos en terciopelo color hueso para matizar la saturación y lograr un ambiente tranquilizador rompiendo los efectos voluminosos del tapiz. Al centro una mesa de la década de los 40 sella la composición junto con el techo curvo pues aunque la altura es obvia, el efecto logra compactar los elementos de las diferentes épocas en una sola mirada.
The reading room, accessible to visitors on the upper floor, pays homage to 1970s Chelsea and its bohemian sophistication. I used a coffee-colored wallpaper with circular patterns on the wall opposite the entrance, and a light salmon pink color for the side walls. On one of these, I hung a period metallic structure made of tin and aluminum, continuing the circular motif.
For the “L” shaped room, with its 1960s built-in mahogany tables, we used bone-white wallpaper to balance the saturation of colors and create a relaxing space, breaking the voluminous effect of the wallpaper. The center-piece was a 1940s table, rounding off the composition together with the curved ceiling because although the height is obvious, this has the effect of compacting the elements from the different periods in one glance.
El cuarto contiguo es pequeño y posee un closet de pared a pared, este elemento forma parte de la casa por lo que no se podía mopdificar , decidimos hacer en el, el vestidor y aprovechar al máximo los elementos para realzar su dinamismo.
Como en otros lugares de la casa, el closet estaba pintado en laca blanca intentando evadir su volumen adhiriéndolo visualmente a la pared.
Nosotros trabajamos justo en sentido opuesto. No sólo resaltaríamos sus atributos, sino que lo revestiríamos de nueva elegancia algo excéntrica. Las paredes se laquearon en tono cereza y el closet en violeta para estimular la intensidad cromática y la pureza visual.
A la saturación de estos colores los contrasté con el espejo biselado y enmarcado en madera también laqueada en negro.
Los detalles estuvieron en el candil de la década de los 20 que combinaba con las manijas de vidrio en tintes azul y oro, y el sillón individual de la década de los 50 que tapizamos de terciopelo en una tela con dibujo Jacquard azul.
The adjoining room is small and is appointed with a wall-to-wall cupboard. As a structural part of the house, we were not allowed to change it. Therefore we decided to make it into a dressing-room and take full advantage of its features to highlight its dynamic quality.
As in other parts of the house, the closet had been painted white, in an attempt to disguise its volume by visually attaching it to the wall.
We set off in the opposite direction. We not only planned to show off its features, but also refurbish it with a new and slightly eccentric elegance. We painted the walls cherry-red and the closet in violet to stimulate the chromatic intensity and visual purity.
I contrasted the saturated feel of these colors with a beveled mirror in a wooden frame also painted black.
The finishing touches were provided by a 1920’s candle holder – that worked well with the glass handles in shades of blue and gold - and a 1950s armchair upholstered in blue Jacquard .
La habitación principal tenía como pieza medular, una cama de latón muy querida por mi cliente.
El papel tapiz del muro donde se ubicría la cabecera, es azul mezclilla con estampados barrocos en dorado, para lograr un ambiente pasivo y suave pero al mismo tiempo sofisticado. Como punto de equilibrio a la cama se colocó un espejo español antigu o en hoja de oro.
Nuevamente utilicé cortinas de piso a techo, esta vez en terciopelo vino y gaza blanca.
Los muebles complementarios fueron una comoda y buros Decó en contraste con el sillón y puff de nombre Aloha de mi creación.
The main feature of the master bedroom was my client’s much loved brass bed.
The blue jean colored wallpaper on the wall of the headboard had baroque golden prints, creating a relaxing and soft effect, while retaining a sense of sophistication. An old Spanish gold-leafed mirror was added as a counterpoint to the bed.
Con los baños de esta planta se siguió el mismo procedimiento que con el de visitas, recuperando el tono original de los mosaicos sobre las cubiertas del lavabo, pues buscábamos que se notara su sencillez y originalidad. Su textura y policromía era realmente hermosa y la gran mayoría se encontraban en perfecto estado.
Continuamos con la idea de baños blanco y negro con distintas intensidades de dramatismo, pero ya no se utilizaron paredes negras que incrementaran la teatralidad.
Ahora buscábamos sólo el contraste íntimo y elegante del blanco sobre negro. Repetimos elementos como el candil de Murano con cadena forrada en terciopelo y le dimos preponderancia a objetos plateados y lumínicos como los espejos que se colocaron, incluyendo uno de aumento para rasurarse.
For the bathrooms on this floor, we took the same approach as with the visitors’ bathroom, by revealing the original color of the tiles on the washbasin’s surface to draw attention to its simplicity and originality. Its polychromatic texture was truly stunning and most of it was in perfect condition.
We continued working with the idea of black and white bathrooms with varying levels of intensity, but in this case without the black walls that added the theatricality.
El contraste blanco y negro que se gestó a partir de las preferencias de mi cliente, por tener una sala con muros negros, me ayudó a crear un detalle divertido má s. A él no le gustaba el piso laminado; prefería alfombra. Así que colocamos las alfombras a base de un juego de tonos entre gris oscuro y negro, a manera de ajedrez, según las diferentes habitaciones de la casa, pero debió ser pegada, porque tampoco se podría lastimar el piso.
My client’s wish to contrast black and white in a living room with black walls gave me the opportunity for me to add another light-hearted touch. He preferred carpets to wooden floor boards. So we added carpets with tones ranging between dark grey and black, in a chess-board design throughout the house. To protect the floor this carpeting needed to be glued.
Dejo hasta aquí mis apuntes sobre la solución creativa a través de materiales y formas, no sin antes recordar las palabras del diseñador chileno Juan Guillermo Tejeda sobre el arte:
“Si para los clásicos la ciencia es un saber,
el arte era saber hacer, y este saber hacer encontraba su plenitud no en museos o en historias de arte, sino –como hoy el diseño- en la vida cotidiana”.
Yo al igual que Tejeda, considero que el diseño en sus múltiples manifestaciones es el arte de nuestros días.
Esta es una época de cambio agotador y lo que sostiene a muchas personas en este constante devenir es la posibilidad de refugiarse en sus espacios para vivirlos a plenitud.
Y eso es un arte que interioristas, arquitectos y diseñadores, estamos tomando en cuenta cada vez más con mayor compromiso.
Mi compromiso como interiorista es trabajar en equipo. Debo decirles que el éxito en casos como éste, es el resultado de un esfuerzo junto con el cliente pero también con profesionales de la transformación de mobiliario e interiorismo, así como del diseño gráfico e internet.
Dentro de mi equipo cuento con la participación de investigadores en arte y cultura que me aportan nuevas y refrescantes perspectivas para mirar mi propio trabajo.
Ahora bien, ¿por qué vale la pena recuperar el pasado a partir de formas, contornos y figuras? Creo que precisamente el edificio Balmori, es un gran ejemplo pues se ha distinguido por ser un ícono de la recuperación de espacios en México.
Defendido por un grupo de artistas que impidió tras el terremoto del 85 que lo derruyeran, más los 5 años que tomó remodelarlo, aníma a las nuevas generaciones de capitalinos a apreciar el pasado desde la estética arquitectónica.
La experiencia de los londinenses sobre este punto puede dejarnos varias enseñanzas.
La primera es que no se puede pensar en la ciudad contemporánea sin Londres cuna de de la industrialización y la explosión urbanística, así como de las mutaciones en sus barrios y la recuperación de su esplendor.
También, que esta ciudad de contrastes, se esmera por reinventarse en todos sentidos. En donde salta al a vista, el nivel de diseño y la calidad de arquitectura que están desarrollando.
Pero, sobre todo, Londres se vive como una ciudad cosmopolita construida a partir de la diversidad cultural.
Por su parte México se encuentra inmerso en el cambio en todo aspecto. Hoy existe una enorme oportunidad para que las diversas realidades convivan aquí.
De ahí que los diseñadores, arquitectos e interioristas nacionales comenzamos a percibir que nuestro trabajo puede ser apreciado también en cualquier parte del mundo.
Hay un último apunte que quiero compartir con ustedes. Es un hallazgo que hice cuando investigaba más a fondo sobre los ingleses. La escritora Edith Sitwell, afirmaba que: “la excentricidad es un rasgo notable en los ingleses, en parte, por una peculiar y satisfactoria certeza de ser infalibles, lo que constituye su sello distintivo”. Apunta.
Esto me hizo pensar: ¿Qué diferencia existe entre lo excéntrico y lo surrealista? Hasta el momento no he encontrado ninguna.
Lo que encuentro es la similitud de lo insólito, de lo curioso, de lo fantástico e incluso de lo humorístico. Y apartir de ahí, ambos tenemos la enorme capacidad de hacer las cosas bien.
México, en lo tocante al diseño, está listo para demostrar sus certezas.
These are my notes on this creative solution, using materials and forms. And here it seems fitting to quote the Chilean designer Juan Guillermo Tejada’s comment on art:
“If in classical times science was about knowing, then art was about knowing how to create, and this knowing made its mark, not in museums or histories of art, but instead –like design today- in daily life”.
I share Tejada’s view that design – in all its different guises – is today’s art.
In these relentlessly changing times, people are kept sane by being able to take refuge in their own spaces.
Interior designers, architects and designers are increasingly aware of the importance of this aspect to our work.
My commitment as an interior designer is to work in a team. I should say that the success in cases like this one is a result of a joint effort with the client, and also with other professionals working in remodeling and interior design, as well as graphic design and the internet.
My team includes researchers in art and culture who open my eyes to new and refreshing ways of looking at my own work.
But why is it worth recovering the past through shapes, contours and features? I think the Balmori building gives a great answer, as it became an icon for the recovery of spaces in Mexico.
The experience of Londoners in this regard can teach us various things.
Firstly, you cannot conceive a modern city without thinking of London, the birthplace of industrialization and explosive urban growth, known for the mutation of its neighborhoods and the recovery of its grandeur.
London is above all a cosmopolitan city built on the foundations of its cultural diversity.
There’s a final thought I’d like to share with you. Something I discovered when researching the English people. The writer Edith Sitwell wrote that eccentricity exists particular in English partly because of “that peculiar and satisfactory knowledge of infallibility that is the hallmark and the birthright of the British nation.”
This made me wonder what the difference was between the eccentric and the surreal. I haven’t yet been able to think of any differences.
Mexico, as a country of designers, is ready to show its infallibility.
Erika Winters® Design
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